El panorama televisivo español vive una sacudida como pocas veces antes. En plena transformación acelerada del medio, con parrillas en constante mutación, cadenas que buscan reencontrar su identidad y formatos que se reinventan o desaparecen sin dejar rastro, RTVE ha vuelto a mover ficha. Y no precisamente con una decisión menor.
Tras una temporada de reestructuración que ha traído apuestas como La Revuelta en el ‘access prime time’ y el aterrizaje de La familia de la tele en la franja vespertina -que ha sido un fracaso absoluto-, La 1 ha sido el epicentro de un rediseño integral que afecta tanto a su fondo como a su forma. Pero en medio de este rediseño, llega una despedida que marca un antes y un después: RTVE ha decidido prescindir de Comando Actualidad, uno de sus buques insignia durante casi dos décadas.
Uno de los programas más míticos de RTVE dice adiós: la cadena pública cancela su emisión de la noche a la mañana
Tal y como avanza El Independiente, la cancelación se comunicó internamente el pasado 29 de mayo. No ha habido comunicados oficiales ni despedidas en pantalla —al menos por ahora—, pero el adiós es definitivo. Comando Actualidad se apaga después de 17 años de servicio, 19 temporadas en emisión y cientos de reportajes que marcaron escuela.
El espacio, que comenzó emitiéndose en prime time, llegó a competir de tú a tú con gigantes del panorama audiovisual como Hospital Central, coronándose incluso como líder de audiencia durante la temporada 2009-2010, cuando superó los tres millones de espectadores de media. Su sello distintivo era claro: el reportero como narrador visible, protagonista y guía de cada historia. Una apuesta valiente que conectó con el espectador y que ofrecía una mirada más cercana a la realidad del país.
Pero el tiempo, como suele ocurrir en televisión, no perdona. En su última etapa, Comando Actualidad fue desplazado a La 2, síntoma inequívoco del desgaste de un formato que, pese a su veteranía y su valor como archivo vivo de la España reciente, no logró adaptarse del todo a los nuevos códigos de consumo ni al vértigo de las audiencias fragmentadas. Con su adiós, RTVE no solo cierra un programa; pone fin a una manera de contar que, durante años, fue referencia del periodismo televisivo de calle.
