A sus 67 años, José Coronado sigue demostrando que no hay papel que se le resista ni cámara que no se rinda a su magnetismo. Desde que en los años ochenta decidiera abandonar la medicina y el derecho para entregarse al arte dramático, el madrileño ha construido una carrera tan sólida como versátil, labrada con más de 50 películas y más de 20 series, dos Premios Goya —por No habrá paz para los malvados y Cerrar los ojos— y un respeto incuestionable de público y crítica en España.
José Coronado: el actor que sobrevivió al infarto, a los romances mediáticos y a medio siglo de pantallas españolas
En los últimos años, ha renacido televisivamente con fuerza gracias al fenómeno de Entrevías, una serie que empezó en Telecinco y acabó reventando las métricas de Netflix. Es en esta plataforma donde ahora ha encontrado su hogar gracias a fenómenos como Legado. Pero Coronado también ha dejado su sello en La chica de nieve, adaptación del best seller de Javier Castillo.
Pero si hay algo que Coronado ha sabido llevar con una mezcla de discreción y carisma es su vida personal. Aunque no le incomoda hablar de ella, siempre ha preferido que sus personajes hablen más que sus romances. Y eso que ha tenido una vida sentimental digna de culebrón nacional: desde Amparo Muñoz hasta Eugenia Martínez de Irujo, pasando por un sonado romance con Isabel Pantoja, que rompió su relación con Paola Dominguín, madre de su hijo Nicolás.

También es padre de Candela, fruto de su relación con Mónica Molina, aunque ella prefiere la tranquilidad lejos del foco mediático. Actualmente comparte su vida con Irene López, actriz a la que conoció en Entrevías. Una relación que sorprendió a muchos, no tanto por la diferencia de edad —27 años— como por sus declaraciones previas criticando esas mismas uniones.
En 2017, un infarto le obligó a parar, mirar hacia dentro y reinventarse. “Ese infartillo me enseñó a vivir mejor”, confesó. Dejó el tabaco, empezó a hacer deporte y, en sus propias palabras, aprendió a “ser más feliz”. José Coronado sigue ahí. Más maduro, más sabio. Más vivo que nunca gracias al streaming.