El fracaso de La familia de la tele sigue provocando réplicas en la programación de TVE, y las víctimas colaterales ya tienen nombre: La promesa y Valle salvaje. Aunque ambas ficciones resistieron el primer impacto, los continuos cambios de horario están empezando a hacerles daño. Y no lo dice cualquiera, lo admite su propio productor, Ramón Campos: “Claro que duele”.
Ni ‘La promesa’ ni ‘Valle Salvaje’ escapan del desorden: TVE las pone en jaque por culpa de su nuevo magacín
Lo que debía ser un contenedor eficaz para apuntalar las tardes de La 1 ha acabado siendo un agujero negro de audiencia. La familia de la tele, el magacín con el que RTVE apostó por María Patiño, no solo no ha conseguido fidelizar al espectador, sino que ha arrastrado consigo a las dos series diarias que más alegrías daban a la cadena. En su intento por salvar los muebles, TVE ha modificado varias veces la franja horaria de las ficciones, descolocando al público habitual.

“Hemos cambiado de horario cuatro o cinco veces”, reconoce Campos en una entrevista con Bluper. Y ese vaivén empieza a notarse. Aunque La promesa recuperar su emisión habitual desde hoy miércoles 11, la herida está abierta: el espectador de ficción diaria necesita constancia. Alterar ese hábito es arriesgarse a perderlo o empujarlo a RTVE Play. Y eso es un problema, más y cuando hablamos de costes y de los sueldos de un programa que no ha funcionado.
La situación, además, se ha visto agravada por el deporte. La programación de La 1 también ha sido alterada por las retransmisiones futbolísticas, lo que ha dejado a La promesa y Valle salvaje aún más desubicadas. Campos insiste: él produce, pero no decide la parrilla. “Yo hago las series. Las decisiones de programación son de la cadena. Pero los datos objetivos están ahí: las series sufren cuando se juega con su franja”, se lamenta.
Según el productor de Bambú, la mejor hora sigue siendo en torno a las 17:00, cuando la audiencia responde mejor. Más allá de esa franja, la competencia aprieta, y el desgaste se nota. “¿Duele? Por supuesto. Pero también entiendes que formas parte de un engranaje más grande. TVE está intentando competir, aunque eso implique mover piezas que ya funcionaban”. Y esas piezas, si no se estabilizan pronto, podrían empezar a tambalearse del todo.