Análisis Berserk or Die: Como Vampire Survivors pero a puñetazos con el teclado (PC)

Los estudios que triunfan con una fórmula tienden a repetirla hasta la saciedad. Los que se arriesgan a reinterpretarla, merecen atención. Berserk or Die, desarrollado por Nao Games pero publicado por Poncle (creadores de Vampire Survivors), toma como base la progresión de su hermano mayor y le da un giro tan inesperado como inteligente: aquí se juega con el teclado, y se juega (casi) a romperlo.
Guantazos al teclado con la mano abierta
Berserk or Die es un juego de acción 2D muy arcade con un sistema de control muy original, ya que atacar no es pulsar una tecla, sino pulsarlas todas.
La propuesta es sencilla: cuantas más teclas presionamos, más fuerte pegamos. Esta idea puede parecer una broma, pero nada más lejos de la realidad, ya que funciona curiosamente bien, y nos obliga a cambiar por completo cómo pasamos a la acción.
El juego responde con precisión a nuestro caos de dedos, y a pesar de la aparente anarquía, pronto entendemos que hay ritmo, patrones y hasta cierta estrategia. La mitad derecha del teclado hará que peguemos a la derecha, y la mitad izquierda hará lo propio con la siniestra. Las dos filas diagonales centrales del teclado sirven para bloquear hacia cada sus respectivos lados, y mover el ratón lanzará nuestro ataque especial una vez rellenemos la respectiva barra. Es fácil empezar a jugar, pero memorizar este particular sistema de control requiere algo de paciencia.
Usar teclado es más divertido, más visceral y más satisfactorio, y desde luego os recomendamos a probarlo, pero cuando la cosa se pone seria (o si, por ejemplo, lo juegas en un sistema como la Steam Deck), lo más probable es que acabes cambiando al mando: no es tan divertido, pero sí más eficiente. En este caso, los botones superiores tienen diferentes «fuerzas», y por ejemplo L1 es el golpe débil, L2 es el golpe medio, y L1+L2 es el golpe fuerte. Con los sticks podemos bloquear y activar el ataque especial. Pierde algo de esa magia, pero sigue siendo un control único y original, y funciona muy bien también.
Una estructura conocida con ideas nuevas
Al igual que Vampire Survivors, Berserk or Die gira en torno a sobrevivir oleadas cada vez más difíciles –presididas por diferentes jefes en cada escenario–, mientras acumulamos mejoras y habilidades. No hay que llegar a ningún punto, ni resolver puzles. Sólo aguantar. La diferencia está en el cómo: aquí no movemos al personaje directamente. Nos desplazamos al atacar, y la dirección de cada golpe depende del lado del teclado que pulsemos. Golpeas a la izquierda, te mueves a la izquierda. Golpeas a la derecha, avanzas hacia la derecha.
Puede parecer un detalle menor, pero cambia por completo la sensación de control, sobre todo teniendo en cuenta que tenemos que recoger monedas para comprar mejoras disponibles entre cada rondas, y tendremos que movernos hacia ellas. Además, es importante la orografía del terreno. Si matamos a los enemigos cerca de una colina, las monedas caerán por su propio peso hacia nosotros, dándole un interesante añadido a la experiencia.
Por supuesto, no pueden faltar los diferentes personajes y las diferentes armas, cada una con sus habilidades propias (e incluso podemos conseguir diferentes versiones de la misma con diferentes estadísticas) y la experiencia para subir de nivel, mejorando así la salud, el ataque, etcétera. Esto nos anima a seguir jugando, ya que con cada partida nos hacemos un poquito más fuertes o desbloqueamos una nueva arma que nos ayude en nuestras batallas.
Arte sencillo pero con carácter
Visualmente, Berserk or Die apuesta por el pixel art minimalista que ya definía el trabajo anterior de Nao Shibata (Ninja or Die). Los escenarios tienen un toque postapocalíptico fantástico, con ruinas, estandartes rotos y cielos púrpura. No impresiona técnicamente, pero tiene personalidad. El diseño de enemigos y efectos es lo suficientemente claro para que siempre entendamos lo que está pasando, y en este tipo de juegos, eso es vital. Es un estilo que probablemente no encandile a quienes buscan espectáculo visual –aunque tiene momentos bastante impresionantes, dentro de sus limitaciones– pero que encaja con la propuesta.
La música, compuesta por Filippo Vicarelli (compositor de Vampire Survivors), es otro de los puntos fuertes del conjunto. Con temas que acompañan con mucho a cierto, logra meternos en ese estado de trance necesario para soportar las oleadas. Las melodías tienen ese aire arcade que recuerda a los salones recreativos: no destacan por su complejidad, pero sí por su efectividad.
La adicción al caos
Berserk or Die es uno de esos juegos que quiere hacer algo diferente, incluso si estamos comparándolo constantemente con otro. Parte como una reinterpretación del concepto de Vampire Survivors, en el sentido de que es algo muy arcade y original, pero termina siendo algo muy diferente y propio. Un juego que no teme abrazar el caos y convertirlo en mecánica, que sabe recompensar el esfuerzo sin caer en lo frustrante, y que siempre nos anima a echar otra partida más.
Además, el precio acompaña: por menos de cuatro euros, lo que ofrece Berserk or Die ya justifica la inversión. Creemos que su mayor reto será mantenerse fresco. Si Nao Games y poncle consiguen ampliar la variedad de niveles, enemigos y habilidades, tenemos entre manos un nuevo favorito de culto. Por ahora, es una carta de presentación muy potente que invita a seguir aporreando teclas. Aunque tengas que cambiar el teclado después.
Hemos realizado este análisis en PC (Ryzen 7 3700X, GeForce RTX 2070 Super, 32 GB RAM) y en Steam Deck con un código de descarga proporcionado por Best Vision Pr.

NOTA
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