Análisis Days Gone Remastered - A esta moto todavía le queda gasofa (PS5)

Bend Studio estrenó Days Gone en 2019 y confirmó su regreso a proyectos de consola doméstica tras más de una década en juegos diseñados para portátiles. La recepción inicial fue algo más fría de lo esperado, en parte por cuestiones de diseño en su mundo abierto, pero también por problemas técnicos que delataban un lanzamiento un poco temprano o la inexperiencia del equipo con Unreal Engine 4 y las superproducciones.
De igual manera que la aventura de Deacon St. John no comenzó con buen pie, o no el que se esperaba del juego, es justo decir que con el tiempo y las actualizaciones la sensación general con Days Gone hoy día es más positiva que hace seis años; eso es algo que se pudo ver con la versión de PC de 2021, que debutó con las correcciones postlanzamiento. Y ahora tenemos una remasterización que se justifica porque era uno de los pocos lanzamientos tardíos de PS4 sin una versión nativa para PlayStation 5 y, sencillamente, porque las remasterizaciones han demostrado ser rentables.
Todo el mundo te quiere muerto
Es poco probable que veamos una secuela de Days Gone tras la marcha de sus dos responsables originales, aunque no descartamos nada con la cancelación del juego como servicio que preparaban; eso sí, no nos hacemos muchas ilusiones de ver noticias a corto o medio plazo.

No nos detendremos mucho en analizar Days Gone porque el grueso de Days Gone Remastered es la misma experiencia original analizada en PS4 y PC. De manera resumida, algunos de sus fallos son el ritmo extremadamente lento de la historia en su primera mitad (y la irregularidad de ciertos personajes), IA mejorable en sus enemigos humanos o fauna salvaje, más su diseño con todos los tópicos del mundo abierto moderno. Por otra parte, ofrece momentos de tensión, un buen sistema de combate, gráficos y ambientación sorprendentes para un juego creado con hardware de 2013, y una temática con personalidad.
Bend Studio y Climax Studios han dado un nuevo lavado de cara al juego de PS4 que ya disponía de un parche gratuito en PS5 que desbloqueaba el framerate para alcanzar los 60 fps, pero por lo demás el aspecto gráfico era el mismo de PS4 Pro en resolución, calidad de texturas o iluminación, y no aprovechaba el DualSense. Es decir, si lo has jugado mediante la retrocompatibilidad de PS5 a 60 fps entonces ya conoces la principal ventaja de Remastered, pero eso no significa que no ofrezca otro tipo de mejoras visuales, funciones y modos.
Days Gone Remastered trae los cambios habituales en estos casos: compatibilidad con el audio Tempest 3D de la consola, más distancia de dibujado (se hace menos visible la aparición súbita de vegetación y otros detalles del entorno), sombras e iluminación mejoradas; los desarrolladores han destacado la luz más natural, sobre todo en las horas más oscuras. Ya en su debut algunos jugadores criticaron que las noches de Days Gone eran demasiado claras, y en Remastered la sensación cambia drásticamente a una noche más cerrada. Por supuesto, no descartamos que alguien prefiera la dirección de arte del primer Days Gone, pero en teoría ahora refleja mejor un mundo con muy poca luz artificial. Podrás apreciar el nuevo aspecto con el modo foto mejorado, que permite ajustar la hora del día o modificar puntos de luz.
También disponemos de varios modos visuales a elegir: en PS5 dispones de calidad con resolución 4K a 30 fps y rendimiento a 60 fps (1440p reescalado); según Bend, los ajustes de Remastered en PS5 equivalen a los más altos en Days Gone de PC, se deja atrás el renderizado checkerboard de PS4 y se anunció que próximamente veremos un modo equilibrado a 40 fps. En el caso de PS5 Pro, estos valores suben y se añade otra opción más: rendimiento a 1800p/60 fps, calidad a 2880p (más de 4K) a 30 fps y el llamado "mejorado", a 1584p con reescalado por PSSR a 60 fps.

Las dos variantes para jugar la historia principal son curiosas para quienes ya conocen el juego de memoria. Hablamos de Partida rápida, que nos pide completar la historia en el menor tiempo posible, así que no se trata sólo de sobrevivir sino de hacerlo bien y de la manera más efectiva. Con la muerte permanente en cambio la penalización por un fracaso es justo la que estás imaginando: se reinicia, desde el comienzo o al inicio de los actos (según la configuración). Al igual que Partida rápida, está pensado para quienes dominan los sistemas de Days Gone, su mapa y enemigos, no para una primera toma de contacto.
Con la compatibilidad nativa también se utilizan los gatillos adaptativos y la respuesta háptica del mando de PS5 con las interacciones más obvias: apretar gatillos, montar en moto, golpear con armas contundentes, las inclemencias del tiempo... Esto también llega a la versión de PC para aquellos usuarios que jueguen con DualSense.

A esto se suman las opciones de accesibilidad que solemos encontrar hoy día en muchos juegos (en especial los de PlayStation Studios), para mejorar contrastes, ajustar la velocidad del juego, pistas de sonido y narración de la interfaz o modificar el campo de visión. No van dirigidos sólo a jugadores con una limitación visual o auditiva, también pueden utilizarse para bajar aún más la dificultad (¡o el terror!) si por ejemplo el usuario no está acostumbrado a aventuras de acción contra centenares de enemigos.
Finalmente tenemos Asalto de Horda, que quizás sea lo más novedoso en cuanto a modos. Si recordamos el reciente The Last of Us Parte II Remasterizado, Naughty Dog aportó mejoras técnicas y de paso incluyó un pequeño incentivo para quienes ya habían exprimido su historia: el modo Sin Retorno, estilo rogue. Bend Studio no ha dejado pasar la oportunidad de añadir un modo más arcade a Days Gone Remastered que saca partido a una de las características más promocionadas de la aventura, las enormes hordas de engendros.
La idea es escoger un personaje, mapa y lanzarse a por las mejores puntuaciones sobreviviendo a oleadas crecientes de enemigos mientras obtenemos cajas de suministros o cumplimos objetivos secundarios que proporcionan más experiencia. Hay desbloqueables que dan rejugabilidad y una serie de inyectores o modificadores de personalización: los negativos (por ejemplo reducir la eficacia de los objetos de curación) a cambio recompensan con más puntuación, y los que mejoran al personaje nos la restan. De esta manera, puedes bajar un poco la dificultad pero necesitarás mejores récords o más partidas para conseguir la experiencia que se recibe con un Asalto de Horda más complicado.
En cuanto a estas mejoras, hay que recordar que los poseedores del juego en PS4 pueden actualizar a Remastered por 10 euros con todos los cambios (en gráficos y modos). En el caso de PC el nuevo aspecto gráfico y las funciones de DualSense son gratuitos si posees Days Gone, pero para conseguir los modos (Asalto de Horda, muerte permanente, speedrun y nuevo modo foto) se necesita el DLC Broken Road por esos 10 euros.
Conclusiones
Days Gone Remastered no cambia demasiado nuestra impresión del original puesto que el auténtico interés está la historia de Deacon. ¿Ya has completado Days Gone? Entonces tienes los modos extra pensados para dedicarle más horas y, si buscas una experiencia centrada en la acción y sus oleadas que suben hasta 800 engendros, en ese caso el precio de la actualización parece razonable.
La ración de mejoras gráficas se hacen notar aunque el trabajo en Horizon Zero Dawn Remastered era más profundo (hasta el punto de cambiar animaciones de NPC y rehacer el detalle de ciertas localizaciones). No obstante, los usuarios de PS5 podrán criticar que la renovación visual sólo se incluye como parte de la actualización de pago, a diferencia de la versión de PC.
En definitiva, Asalto de Horda es ese Days Gone 2 que muchos están esperando y quien lo disfrutó con anterioridad encontrará pocos incentivos con Remastered, pero es la mejor manera de entrar en el mundo postapocalíptico de Oregon si no lo has hecho hasta ahora.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de PS5 Pro proporcionado por PlayStation.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
Últimos análisis de PS5





