Elon Musk predijo que la humanidad se extinguiría cuando el Sol se hiciera tan grande al morir, que achicharrara a la Tierra, pero se equivoca. Esta debacle ocurrirá mucho antes y tiene que ver con la actividad de las plantas.
Aunque nos parezca eterno, el oxígeno que sustenta a la vida compleja en la Tierra tiene fecha de caducidad. Un estudio publicado en Nature Geoscience por un equipo internacional de científicos japoneses y estadounidenses concluye que, dentro de aproximadamente 1.080 millones de años, la atmósfera terrestre se desoxigenará de forma drástica y rápida.
En lugar de evaporarse los océanos primero, como se pensaba, lo que ocurrirá antes es la desaparición del oxígeno atmosférico debido al colapso de la fotosíntesis vegetal, un fenómeno que alterará radicalmente el equilibrio ecológico del planeta.
El fin comenzará cuando las plantas no puedan hacer la fotosíntesis
El proceso se debe al incremento progresivo de la radiación solar. A medida que el Sol se vuelve más brillante, esto intensificará el ciclo de los carbonatos y silicatos, provocando una fuerte caída en los niveles de dióxido de carbono. Sin CO₂ suficiente, las plantas y microorganismos fotosintéticos no podrán realizar la fotosíntesis, lo que conllevará el colapso del suministro de oxígeno. El planeta volverá así a una atmósfera similar a la que tenía en la era Arcaica, hace unos 2.500 millones de años, rica en metano y con una capa de ozono inexistente.
El impacto será total para la vida compleja, que desaparecerá mucho antes de que los océanos hiervan por el efecto invernadero extremo. Las únicas supervivientes serán formas de vida anaeróbicas, similares a las que habitaron la Tierra primitiva. La biosfera que conocemos hoy quedará extinguida por falta de oxígeno, no por escasez de agua. Esta conclusión cambia radicalmente nuestra perspectiva sobre los límites de la habitabilidad planetaria.

Más allá de su valor teórico, el hallazgo tiene implicaciones clave para la astrobiología. El estudio fue financiado por el programa Nexus for Exoplanet System Science (NExSS) de la NASA, y pone en duda una de las principales herramientas utilizadas para detectar vida en exoplanetas: la búsqueda de biofirmas basadas en oxígeno. Si este gas solo está presente durante una fracción limitada del tiempo de vida de un planeta habitable, podríamos estar pasando por alto civilizaciones o ecosistemas activos que simplemente viven en atmósferas sin oxígeno.