Era una apuesta ambiciosa, una declaración de intenciones. Cuando Transformers One llegó a los cines hace menos de un año, lo hizo como el inicio de una trilogía animada que pretendía reimaginar los orígenes de Cybertron para una nueva generación de espectadores. El proyecto, impulsado por Paramount y Hasbro, contaba con el aval creativo de Josh Cooley, el director de Toy Story 4, y parecía tenerlo todo para triunfar. Todo, menos la taquilla.
Paramount cancela ‘Transformers One 2’: Josh Cooley confirma el final de una prometedora saga de animación
La película, pese a su buena acogida crítica y un notable 89% de valoraciones positivas en Rotten Tomatoes, no logró conectar con el gran público. Con una recaudación global de apenas 129 millones de dólares y un presupuesto que, según diversas fuentes, oscilaba entre los 75 y los 147 millones, el resultado fue insuficiente. Y en Hollywood, eso suele ser sinónimo de cancelación.
Ahora, el propio Cooley ha puesto fin a cualquier esperanza de continuación. Durante su participación en la BotCon 2025, el cineasta fue claro: “Me gustaría tener algo que anunciar, pero no lo tengo. Lo que me han dicho es que Paramount Animation no está interesada en hacer una secuela”. Las palabras no dejaron lugar a dudas, y la decepción en la sala fue tan palpable como sonora: abucheos incluidos.
Desde una perspectiva puramente financiera, la decisión de Paramount tiene toda la lógica del mundo. Si el primer intento no funcionó, ¿para qué arriesgar más recursos en una secuela con futuro incierto? Pero desde el punto de vista creativo, la cancelación sabe a oportunidad perdida.
Transformers One no reinventaba la rueda, pero sabía cómo darle un giro visual y narrativo a una saga sobreexplotada en acción real, apostando por la animación y una narrativa más cercana al público juvenil (y nostálgico). Lo cierto es que tras el descalabro del filme, Hasbro anunció que dejaría de coproducir películas y series basadas en sus licencias, descargando toda la responsabilidad sobre los estudios con los que colabora.
Y en este caso, eso dejó a Paramount sola ante el peligro. Un precedente que también hace peligrar otros títulos aclamados por la crítica pero de escasa rentabilidad, como la excelente Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones. En definitiva, se apaga una chispa que podía haber encendido algo grande. Y no deja de ser irónico que una película que buscaba contar el origen de los Transformers acabe siendo también el epílogo de una saga que nunca llegó a nacer del todo.
