Lo creas o no, se te puede deformar la cara dependiendo de la postura en la que duermas. El 'pillowing', hábito de dormir constantemente sobre el mismo lado de la cara, tiene a los expertos preocupados porque cada vez son más los pacientes que llegan a sus consultas con serios problemas en lo que respecta a las formas de sus caras, alteradas "sin motivo aparente" luego de haberse despertado de un plácido sueño. Janira Sánchez, dentista, ha manifestado su preocupación con respecto a esta tendencia que no debe tomarse a la ligera.
Este mal hábito puede deformar tu cara durmiendo y los expertos advierten: 'Puede deformarnos sin que nos demos cuenta'
El abuso del 'pillowing' es una práctica que tiene a los expertos en alarma, tal y como recogen desde la sección salud de 20 minutos. Este mal hábito puede tener consecuencias a largo plazo en el desarrollo facial y bucal. Este hábito se adquiere desde temprana edad y puede ejercer presión sobre los huesos maxilares y otras estructuras, lo que a su vez genera asimetrías faciales y problemas de mordida.
Generalmente, se asocia al 'pillowing' el dormir siempre en la misma postura, posicionando nuestra cara sobre la almohada de manera lateral. Esto, sin que nos demos cuenta, genera una presión que acaba afectando hasta a nuestra propia mandíbula. "Dormir siempre del mismo lado, sin modificar la posición, es un riesgo seguro", recogen desde el medio mencionado. "Debemos tener cuidado porque la postura que se adopta mientras estamos dormidos nos podría estar deformando el rostro sin que nos demos cuenta".
Existe, además, una posición que hay que evitar a toda costa, y es dormir boca abajo: "Descansar con una mano metida bajo la almohada, o bien una mano puesta sobre el rostro. Para finalizar, ten en cuenta que si duermes boca abajo tienes muchas posibilidades de deformar tu cara". ¿Cómo se puede evitar este hábito entonces? Hay que ir cambiando de posición durante la noche siempre que nos despertemos. No podemos hacer nada si nos quedamos dormidos del tirón, es evidente, pero si tenemos pequeños despertares hay que acostumbrar al cuerpo a moverse, para variar la postura y así reducir el riesgo de deformidad a causa del 'pillowing'.
