Era la gran apuesta de Marvel. La esperada Thunderbolts*, que ha tenido un deslucido estreno en cines en casi todo el mundo, debía entrar con fuerza en la taquilla de un país como China. Desgraciadamente para el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) no ha sido así.
Hubo un tiempo en el que Hollywood veía a China como su tabla de salvación. Los grandes estudios encontraban en el mercado asiático la oportunidad perfecta para disparar las recaudaciones, hasta el punto de justificar secuelas como Pacific Rim: Uprising solo por su éxito en aquella región. Pero esa relación privilegiada parece haber llegado a su fin. El estrepitoso fracaso de Thunderbolts* en su estreno en China es la última muestra de un cambio de ciclo inevitable.
China abandona a Marvel: el fracaso de 'Thunderbolts' destapa una tendencia preocupante
Que Vengadores: Endgame siga siendo la cinta hollywoodiense más taquillera en el país asiático no es ninguna sorpresa: sus más de 4200 millones de yuanes todavía la mantienen en el top histórico. Pero ese éxito pertenece a otra era. Hoy, el interés por las producciones locales se impone, dejando cifras desoladoras para los grandes estrenos de Marvel.

Thunderbolts* apenas consiguió 18 millones de yuanes —unos 2,5 millones de dólares— en su primer día, marcando el peor debut para el estudio en China desde 2011, cuando las entradas costaban menos y el mercado era mucho más pequeño. Ni las maniobras desesperadas de marketing han salido del todo bien.
El contraste con años anteriores es abrumador. Spider-Man: Lejos de casa arrancó en 2019 con 248 millones de yuanes. Ahora, la suma conjunta de las siete películas de Marvel estrenadas tras la pandemia apenas roza los 258 millones. Ni siquiera fenómenos como Deadpool y Lobezno —que logró 61 millones de yuanes— logran tapar el derrumbe: los estudios solo recuperan el 25% de lo ingresado debido a la legislación local.
La situación no es exclusiva de Marvel. Fast & Furious, una saga otrora imparable en China, pasó de los 392 millones de Fast 8 a los discretos 139 millones de su décima entrega. Mientras tanto, títulos locales como Ne Zha 2 rompen récords y consolidan la supremacía del cine chino en casa.
Además, la Administración de Cine china ha anunciado nuevas restricciones al número de películas extranjeras que se estrenarán en el país. Un golpe más para una industria que, tras la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ya vivía tiempos difíciles. Hollywood debe aceptar una realidad incómoda: el que fuera su mayor mercado internacional ya no les pertenece. Habrá éxitos puntuales —Avatar 3 apunta a ser uno de ellos—, pero la época dorada ha terminado. El futuro de la taquilla mundial ya no pasa por Pekín.