El debate sobre si los huevos -cada vez más caros- son beneficiosos o perjudiciales para la salud es un tema recurrente del que muchos hemos oído hablar en múltiples ocasiones.
Pero, como hemos visto en los últimos meses, parece que hoy en día existe un consenso bastante claro: las evidencias que los señalaban como "nocivos" son limitadas y han sido refutadas por numerosos estudios. A pesar de ello, los huevos siguen siendo objeto de nuevas investigaciones. Y cada vez parece más claro que son mucho más saludables de lo que creíamos. En general, estos estudios, como el de la Universidad de Monash,que está disponible aquí, coinciden en que consumir huevos de manera habitual no supone un riesgo añadido para la salud.
Los científicos tienen la prueba de que los huevos no son tan malos como decían: más bien ocurre lo contrario
Este estudio lo ha confirmado: no se han encontrado señales de que el consumo de huevos esté relacionado con un aumento de la mortalidad. De hecho, los datos sugieren lo contrario, al observarse una relación inversa entre la ingesta regular de huevos y el riesgo de fallecer por enfermedades cardiovasculares.

Esta investigación analizó los hábitos alimentarios de 8756 personas mayores de 70 años, que detallaron sus dietas mediante cuestionarios. A partir de esta información, los investigadores clasificaron a los participantes en tres grupos: quienes consumían huevos raramente o nunca, aquellos que los tomaban entre una y seis veces por semana, y quienes los incluían en su dieta a diario.
Los resultados mostraron que el grupo que consumía huevos de forma moderada presentaba un riesgo de mortalidad un 15% menor en comparación con quienes apenas los comían, tras ajustar otros factores de riesgo. Además, se observó una reducción del 29% en las muertes específicamente asociadas a enfermedades cardíacas.
Este trabajo se enmarca dentro del proyecto ASPREE (Aspirin in Reducing Events in the Elderly), centrado en el análisis de los efectos de la aspirina en la prevención médica. Aunque su enfoque principal no era el consumo de huevos, los datos obtenidos se publicaron en la revista científica Nutrients.
Una cuestión recurrente es el contenido en colesterol de los huevos. Cada unidad contiene aproximadamente 275 miligramos, una cifra cercana a la cantidad diaria recomendada. Esta característica contribuyó a que durante años se les considerara un alimento poco saludable. Sin embargo, como explican las expertas Lauren Ball y Karly Bartrim de la Universidad de Queensland en The Conversation, el hecho de ingerir colesterol no implica necesariamente que el cuerpo lo absorba en su totalidad y que este acabe circulando en el torrente sanguíneo.
Los huevos destacan desde el punto de vista nutricional
Los huevos, además, son un alimento muy completo desde el punto de vista nutricional. Holly Wild, coautora del estudio, destacaba en una nota de prensa que son una excelente fuente de proteínas, vitaminas del grupo B, folato, ácidos grasos insaturados, vitaminas liposolubles (E, D, A y K), colina y una gran variedad de minerales y oligoelementos.

El debate sobre los efectos de los huevos en la salud es un ejemplo más de la complejidad inherente a la ciencia de la nutrición. Evaluar cómo afectan determinados alimentos al organismo humano resulta extremadamente difícil debido a la diversidad de dietas y a la enorme complejidad biológica de nuestro cuerpo. Por eso, no es raro que de vez en cuando resurjan discusiones o se publiquen estudios con resultados aparentemente contradictorios.
La aparición de datos discordantes tampoco es exclusiva del ámbito de la nutrición: forma parte de la dinámica normal de la investigación científica. Las diferencias pueden surgir por errores metodológicos, fallos estadísticos o incluso por simple azar. Es precisamente por eso que las relaciones observadas deben ser verificadas repetidamente por equipos distintos y con metodologías diversas. Así es como avanza el conocimiento científico: detectando errores y corrigiéndolos a lo largo del tiempo.